HMS Endeavour

Puerto de Plymouth, por Nicholas Condy, hacia 1835, Centro de Arte Británico de Yale.
Edmund Halley (1656-1742), retrato de Thomas Murray, hacia 1690. The Royal Society.
James Gregory (1638–1675), matemático y astrónomo escocés. 
Imagen del tránsito de Venus tomada por la nave espacial Solar Dynamics Observatory de la NASA, los días 5 y 6 de junio de 2012 (el próximo no ocurrirá hasta 2117).
Foto tomada a las 01:54 PDT desde Tempe, Arizona, a través de un telescopio de 8 pulgadas.
Tránsito de Venus fotografiado desde Amman, Jordania, a través de un telescopio de 9,5 pulgadas. Combinación de tres exposiciones diferentes.
Camino a través del Sol, con tiempos de contacto y otros datos (4/5 de junio de 2012)
Mapa de la Tierra que muestra dónde fue visible el tránsito de Venus de 2012.
Un mapa impreso del siglo XV que representa la descripción de Ptolomeo (siglo II), que aparece en el Ecumene por Johannes Schnitzer (1482).
Mapa de 1570 de Abraham Ortelius que representa "Terra Australis Nondum Cognita" como un gran continente en la parte inferior del mapa.

El 26 de agosto de 1768, partió de del puerto de Plymouth una expedición científica, organizada por el Almirantazgo y la Royal Society, que daría la vuelta al mundo. Entre sus objetivos, destacaba uno: observar el tránsito de Venus a través del Sol. Un segundo propósito, de carácter confidencial, era buscar evidencias de la llamada Terra Australis Ignota.

El astrónomo Edmund Halley, basándose en las ideas del matemático escocés James Gregory (1663), describió en 1716 cómo la estimación del tiempo de tránsito de Venus a través del Sol, desde diferentes lugares de la Tierra, permitirían medir el paralaje del Sol y obtener la distancia entre ambos. Los tránsitos de Venus siguen un patrón que se repite cada 243 años, con un par de tránsitos separados entre sí 8 años y un intervalo de más de un siglo entre cada par. Las predicciones de Halley señalaban que los próximos tránsitos ocurrirían en 1761 y 1769. Las observaciones realizadas en 1761 fracasaron debido a las malas condiciones atmosféricas, por lo que el previsto para el 3 y 4 de junio de 1769 iba a ser crucial.

Terra Australis Ignota fue un continente hipotético, postulado en la antigüedad y que apareció en mapas entre los siglos XV y XVIII. Su existencia se basó en la idea de que la tierra continental en el hemisferio norte debería equilibrarse con la tierra del sur.

James Cook (1728-1779), por Nathaniel Dance-Holland (1775). National Maritime Museum, Reino Unido.
Hugh Palliser (1723-1796), por George Dance el joven (1775)

Earl of Pembroke, más tarde HMS Endeavour, saliendo del puerto de Whitby en 1768, por Thomas Luny (1790).
Astilleros de Deptford, por Joseph Farrington, hacia 1794.
Dibujo del exterior del HMS Endeavour.
Interior del HMS Endeavour
Réplica del HMS Endeavour en el Museo Marítimo de Australia en Sidney
Cañón de cuatro libras del HMS Endeavour.
Cabina de mando del HMS Endeavour (Réplica).
Lastre de arrabio del HMS Endeavour.
Ruta del primer viaje de Cook (1768-1771)

Para realizar tal proeza, se eligió un barco y un capitán con un pasado carbonero, que habían dado sus primeros pasos navieros en la ciudad portuaria de Whitby.

Botado cuatro años antes con el nombre de Earl Pembroke, la Armada había comprado este buque por su fondo plano de escaso calado, su capacidad y su resistencia. En los astilleros de Deptford, al sur de Londres, se revistió el casco con placas de cobre y fue calafateado; se instaló una tercera cubierta interna para proporcionar camarotes, un polvorín y almacenes; y se habilitaron diez cañones de cuatro libras y doce cañones giratorios. Antes de su puesta en servicio, la Royal Navy lo rebautizó como HMS Endeavour.

El Almirantazgo puso al mando a James Cook, un suboficial de la armada, que ascendió a teniente para darle el estatus necesario. Después de unos años en la marina mercante, transportando carbón, Cook comenzó su carrera en la Royal Navy para participar en la Guerra de los Siete Años. Entró como marinero de primera a bordo del HMS Eagle de 58 cañones, que a partir del año siguiente quedó bajo el mando de Hugh Palliser; quien no tardó en darse cuenta de sus conocimientos y de su potencial, y se convirtió en su gran mentor. A sus treinta y nueve años, le llegaba su gran oportunidad, gracias al prestigio ganado cartografiando la costa de Terranova y la influencia de su amigo y mentor el capitán Hugh Palliser, gobernador de Terranova.

Vista del astillero de Deptford de Londres, durante la botadura del HMS Cambridge, por John Cleveley the Elder (1757)
Caricatura de una leva forzosa de marineros en Inglaterra "Dotación de la marina", por Samuel Collings (1790)

James Cook, por William Hodges (1775-76). Museo Nacional Marítimo de Londres.
HMS Dolphin y HMS Swallow, dibujo de Samuel Wallis, ca. 1767
Capitán John Byron, por Joshua Reynolds, 1759. Museo Nacional Marítimo de Londres.
Samuel Wallis, acuarela y lápiz, por Henry Stubble, pintado ca. 1785. Biblioteca Nacional de Australia.

HMS Dolphin atacado a su llegada a Tahití, al mando de Samuel Wallis (1778). Autor desconocido.
John Gore, por John Webber (1780).
Charles Clerke, óleo por Sir Nathaniel Dance-Holland, 1776. Government House, Wellington, Nueva Zelanda.
William B. Monkhouse, retrato al pastel de autor desconocido, hacia 1768, Biblioteca Nacional de Australia.

Cuando el HMS Endeavour se encontraba todavía en los astilleros de Deptford, el Almirantazgo comenzó a reclutar los 84 hombres que formarían la tripulación, algunos por leva forzosa. Añadiendo los diez que formaban parte del grupo de científicos, viajarían un total de 94 personas, en un barco que como carbonero lo manejaban trece. Tal número se consideró necesario para cubrir las bajas previsibles (por enfermedad o accidente), en una circunnavegación que duraría tres años.

De ellos, ocho habían estado con Cook en la goleta HMS Grenville, en su viaje a Terranova entre 1763 y 1768. Otros habían participado en alguna o las dos vueltas al mundo del HMS Dolphin, la primera con el comodoro John Byron (abuelo del poeta) entre 1764 y 1766, la segunda con el capitán Samuel Wallis, los tres años siguientes.

El segundo oficial al mando era el teniente Zachary Hicks, de 29 años, marinero con nueve años de experiencia en el mar, cinco de ellos en barcos de la Compañía Británica de las Indias Orientales, por lo que conocía bien el océano Índico.

El tercero era el teniente John Gore, de 38 años, nacido en la colonia británica de Virginia; el hombre de mar con mayor experiencia de la tripulación, que había participado en las dos circunnavegaciones del Dolphin.

El master era el joven de 22 años Robert Molyneux, que también fue al Pacífico en el Dolphin con Wallis. El tercer ayudante de este, Charles Clerke, de 27 años, también había estado con Byron en el Dolphin, y acompañará a Cook en sus otros dos viajes al Pacífico.

El cirujano William B. Monkhouse, de 36 años, había sido cirujano del HMS Niger en la base británica de Terranova, donde había coincidido con Joseph Banks.

John Montagu (1718-1792), IV conde de Sandwich, por Thomas Gainsborough (1783)
Joseph Banks (1743-1820), por sir Joshua Reynolds (1773)

Grabado de sir Joseph Banks y Daniel Solander (1733-1782)

De izquierda a derecha, Daniel Solander, sir Joseph Banks, el Capitán James Cook, el dr. John Hawkesworth y John Montagu, cuarto conde de Sandwich. Pintado por John Hamilton Mortimer (1771).
Carl Linnaeus, a los 32 años, con sus galas nupciales. Pintura al óleo de Johan Henrik Scheffel (1739)
Grabado (1812) basado en un dibujo de Herman Spöring (1769) de un pueblo fortificado llamado Hippah, construido sobre una roca perforada en Nueva Zelanda.
Posible autorretrato de Alexander Buchan (antes de 1769)
Habitantes de la isla de Tierra del Fuego, en su choza, enero de 1769, por Alexander Buchan.
Autorretrato de Sydney Parkinson, antes de 1771
Retrato de Otegoowgoow, hijo de un jefe de la Bahía de las Islas, Nueva Zelanda. Dibujo de Sydney Parkinson (c. diciembre de 1769). 

Banks no tardó en saber que sería el botánico de la expedición. Su amigo lord Sandwich era miembro de la Royal Society y venía ocupando distintos cargos en el Gobierno desde hacía más de veinte años; aunque en ese momento era director general de Correos, había sido primer lord del Almirantazgo en dos ocasiones y seguía ejerciendo una gran influencia. No es de extrañar que Banks, antes de su nombramiento oficial, comenzara a invertir una suma importante de dinero en adquirir equipamiento para asegurar el éxito de su misión: toda suerte de artilugios para cazar y conservar insectos; redes, arrastres, barrederas y anzuelos para la pesca del coral; y «una especie de telescopio» que, introducido en el agua, se podía ver el fondo del mar. Lo que llevó a un colega escribirle a Carl Linnaeus: «Nadie se ha hecho jamás a la mar con mejor preparación para el estudio de la Historia Natural».

A Banks se le autorizó a financiar ocho personas para que le acompañaran: el botánico sueco Daniel Solander, alumno aventajado de Linnaeus, que trabajaba en el Museo Británico; el finlandés Herman Spöring, relojero y ayudante de Solander en el museo, que actuaría como secretario personal de Banks y dibujante; dos jóvenes pintores escoceses, Alexander Buchan destinado a ilustrar los paisajes y las costumbres y vestimentas de los indígenas, y Sydney Parkinson, que ya había colaborado con Banks a la vuelta de Terranova, para dibujar plantas y animales; dos sirvientes de su casa de campo en Revesby, Peter Briscoe, que ya había viajado con él a Terranova, y James Roberts, de dieciséis años; y dos sirvientes negros de su casa de Myfair, en Londres, Thomas Richmond y George Dorlton, «para ayudar con las cargas pesadas».

Allan Ramsay, rey Jorge III con el manto de coronación
El Observatorio del Rey, en Richmond
Extracto del manuscrito "Observations on the Transit of Venus" que muestra la presencia de Demainbray en las observaciones en Richmond (1769)
 Nevil Maskelyne (1732-1811), por Edward Scriven
Telescopio reflector de bronce, de James Short. Short utilizó espejos metálicos con formas parabólicas y elípticas
Telescopio para la observación del tránsito de Venus

"Tránsito de Venus por el Sol", ca. 1769. Anónimo, del manuscrito Efemérides de Ontiveros, t. 2. Biblioteca Sutro, Universidad Estatal de San Francisco.
Cuadrante astronómico de Ramsden utilizado en la expedición de Malaspina y Bustamante. Jesse Ramsden, siglo XVIII.
Cronómetro marino de John Harrison Modelo H4, con la manivela para darle cuerda. En 1760 este reloj se retrasó cinco segundos, tras ochenta días de navegación por alta mar en un viaje de ida y vuelta entre Gran Bretaña y Jamaica.
Fort Churchill en la bahía de Hudson, Canadá, por Samuel Hearne (1777)

Dada la rareza del evento astronómico, era importante no fallar en el tránsito de Venus de 1769, ya que no volvería a ocurrir hasta más de un siglo después, y su observación se convirtió en un acontecimiento universal apoyado por las sociedades científicas y las monarquías de toda Europa. La Royal Society británica comenzó los preparativos con tres años de anticipación y centró su atención en el «cono de visibilidad», ratificando en esencia las sugerencias de Halley sobre los mejores lugares para observarlo: el Cabo Norte en el extremo ártico de Noruega, donde envió a Jeremiah Dixon y William Bayly; Fort Churchill en la Bahía de Hudson, Canadá, asignado a William Wales y Joseph Dymond; y una isla del Pacífico Sur por determinar. Samuel Wallis regresó a tiempo de Tahití para convencer a los miembros de la Sociedad de que esta isla del Pacífico era el lugar ideal para la observación.

El astrónomo real, Nevil Maskeline, recomendó a Charles Green para el puesto de astrónomo del HMS Endeavour. Al propio Cook se le encomendó ser el segundo observador del fenómeno. La Sociedad proporcionó dos telescopios reflectores construidos por James Short, dos relojes marinos y un cuadrante astronómico; estos se complementaron con un telescopio en posesión de Daniel Solander y otro proporcionado por la Armada. El rey Jorge III aprobó el proyecto, dispuso que la Marina proporcionara los barcos y asignó cuatro mil libras para ayudar en los gastos de la Sociedad. Jorge III, además, mandó construir un observatorio cerca de su residencia de verano en Richmond Lodge para observar el tránsito, junto al astrónomo real Stephen Demainbray.

HMS Endeavour. Representación artística moderna, Archivos de New Zealand.
James Cook, por John Webber, noviembre de 1776. Galería Nacional de Retratos, Londres.
Barcos en la bahía de Guanabara junto a Río de Janeiro. Acuarela sobre papel titulada Baía do Rio de Janeiro de Jules Marie Vincent de Sinety, hacia 1837 - 1841. Pinacoteca do Estado de São Paulo, Brasil.
Vista de Río de Janeiro, desde el lugar de fondeo. Fuerte de San Sebastián a la izquierda y el convento benedictino en el terreno elevado sobre el barco, la Vieja Ambuscade. Dibujado por Alexander Buchan, artista a bordo del Endeavour, en noviembre de 1768. The British Library.
Vista de la Isla de las Serpientes, en la Bahía de Río de Janeiro, Brasil, c1880
Bahía de Guanabara, aquí "Puerto del Janeiro". Detalle de la Carta esférica de la costa del Janeiro, del año 1780, Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
Mapa de la ciudad de Río de Janeiro de 1769, de Francisco Joao Roscio.
Antônio Rolim de Moura Tavares, conde de Azambuja
Isla Rasa, frente a Ipanema
Rio de Janeiro hacia 1820
El espécimen de Bomarea edulis recolectado por Banks y Solander en Río de Janeiro en noviembre de 1768.
El mismo espécimen fue pintado por el artista a bordo del Endeavour, Sydney Parkinson. 

El HMS Endeavour cruzó el Atlántico y llegó a Río de Janeiro el 13 de noviembre, donde permaneció tres semanas. El Endeavour ancló frente a la Isla de las Serpientes en la Bahía de Guanabara. Banks y Solander estaban impacientes por desembarcar, Río prometía «placeres desconocidos» para dos estudiosos de la historia natural: las colinas estaban cubiertas de hermosos árboles que nunca habían visto; y una fauna exótica surcaba sus aguas y su cielo.

A la mañana siguiente, Cook fue a hablar en persona con dom Antônio Rolim de Moura Tavares, conde de Azambuja. Al virrey le pareció inverosímil que los británicos enviaran un barco para observar el tránsito de Venus y sospechó que había otras razones: espionaje o contrabando. Obligó a Cook a contratar una persona para comprar víveres, puso un soldado en las lanchas que iban y venían del barco y dio órdenes explícitas de que nadie de su «equipo científico» salieran del barco para recolectar especímenes. Un bote con una docena de soldados, que daba vueltas alrededor del Endeavour, se encargó de hacer cumplir sus órdenes.

Harto de la situación, al amanecer del noveno día, Banks envió a sus sirvientes a tierra. Se descolgaron por la borda hasta su esquife y burlaron el bote de los soldados aprovechando la oscuridad. Dos días después volvieron a hacer lo mismo y al despuntar del día siguiente desembarcó él mismo con ellos. Se encontró un país donde «abundaba gran variedad de plantas y animales, en su mayoría como no han sido descritos por nuestros naturalistas». Antes de partir de Río, ya sin vigilancia, Banks y su grupo desembarcaron en Ilha Rasa. Entre todos, recolectaron en ambos lugares más de 300 especímenes de plantas e insectos.

Pintura de Alexander Buchan (1769), que representa el lugar de acampada de la expedición en la bahía Buen Suceso en Tierra del Fuego. En ella, además de a miembros de la expedición, pueden verse nativos Haush. 

Alexander Buchan, vista de la costa de Tierra del Fuego, con el Endeavour en primer plano (1769).
Grabado basado en el dibujo de A. Buchan para el libro de John Hawkesworth sobre el viaje del Capitán Cook (1773).
Ilustración al guache de Alexander Buchan (1769). En ella se representa a un grupo de nativos haush con sus vestimentas y utensilios dentro de una de sus cabañas.
Familia nativa de Tierra del Fuego. Ilustración de Sydney Parkinson (1769)
Vista de una aldea de nativos fueguinos en bahía Buen Suceso. Ilustración de Sydney Parkinson (1769).
Mapa de Amédée-F. Frézier, 1717. En él se representa (con el sur en la parte superior) el estrecho de Le Maire, con los perfiles de la costa de Tierra del Fuego. Se marcan la posición de las bahías Puerto Mauricio y Buen Suceso.



Fotos de la bahía del Buen Suceso.
Tenenisk, un chamán haush alrededor de 1899.

Pasaron tres días con mal tiempo y fuertes mareas antes de que el Endeavour cruzara el estrecho de Le Maire que separa Tierra del Fuego de la Isla de los Estados; una isla escarpada que ofrecía un paisaje estremecedor.

Cook decidió anclar en la bahía de Thetis, y proporcionar un oficial y un bote a Banks y Solander que estaban ansiosos por desembarcar. Lo naturalistas pasaron cuatro horas recolectando un centenar de plantas, «completamente diferente de lo que cualquiera de nosotros había visto antes». Alexander Buchan, mientras, pintó un diminuto y solitario Endeavour en el vasto mar, con el verdor dominante de la costa de fondo.

Al día siguiente anclaron en la bahía del Buen Suceso y entraron en contacto con varios indígenas, cuyo color rojizo de su piel mereció un extraño esfuerzo de precisión de Banks: «Se parece al del hierro oxidado mezclado con aceite». Él y Solander se ganaron su confianza a base de abalorios y cintas, y tres de ellos subieron a bordo del barco. Pensaron que uno de ellos era un brujo que se dedicó a exorcizar cada parte de la nave en la que entró, por los ruidos que hacía. Cuando algo nuevo llamaba su atención, «gritó tan fuerte como pudo durante algunos minutos, sin dirigir su discurso ni a nosotros ni a ninguno de sus compatriotas».

HMS Resolution y HMS Adventure con embarcaciones de pesca en la bahía de Matavai, por William Hodges (1776), segundo viaje de exploración del capitán James Cook. Una escena muy similar a la del primer encuentro con el HMS Endeavour.

Una vista de la bahía de Matavai, Tahití, por John Cleveley the younger (1787). Tercer viaje de Cook.

Matavai Bay y barcas tahitianas. Grabado de Endeavour Journals of James Cook, 1773.
Matavai Bay y Point Venus, Tahití, 24 de agosto de 1849, por Edward Gennys Fanshawe, 

Dos grabados de Isaac Robert Cruikshank sobre la recepción a Cook en Tahití 


Los nativos de Otaheite atacando al capitán Wallis el primer descubridor de esa isla por un artista desconocido.
Cesión de la isla de Tahití al capitán Samuel Wallis, la reina Oberea transfiriendo la isla a Wallis en una típica ceremonia tahitiana, grabado de Francois Godefroy (ca 1743-1819), del Cook Atlas, 1784
Fuerte Venus en la isla de Tahati (1771). "Dibujos ilustrativos del primer viaje del capitán Cook, 1768-1771 ubicados en la Biblioteca Británica". Charles Praval a partir de una imagen de HD Söring
Vista de Tahití, autor y fecha desconocida

Gracias a la destreza de Cook, el HMS Endeavour fondeó en la costa de Tahití seis semanas antes del tránsito de Venus. En cuanto echaron anclas y descolgaron los botes, fueron a tierra, donde los recibieron varios centenares de habitantes «en cuyos rostros había al menos signos evidentes de que no éramos acogidos con hostilidad», aunque al principio no se atrevieron a acercarse. Pasado un tiempo se mostraron más confiados y el primero que se adelantó lo hizo «arrastrándose sobre sus manos y rodillas, y nos ofreció una rama verde en señal de paz».

Seguramente habían aprendido de su contacto con el HMS Dolphin. En aquella ocasión, decenas de canoas rodearon el barco y lanzaron tal granizada de piedras, que Wallis ordenó abrir fuego de mosquetería y cañones contra los nativos de las canoas y la multitud que se agolpaba en la playa. Ante tal despliegue de fuerza, los habitantes de la bahía depositaron ofrendas sobre la arena, como hicieron después con Cook y Banks.

Cook eligió un paraje idílico donde acampar, cerca de un arroyo y custodiado por palmeras. Dibujó un rectángulo de veinticinco yardas de ancho por quince de fondo y comenzaron a construir muros de barro, que remataron con una empalizada de madera. El asentamiento se bautizó como Fuerte Venus; Cook aseguraba que se eligió por el objetivo de la misión; el resto de la tripulación daba otra versión.

Louis Antoine de Bougainville, por Joseph Ducreux (1790). Palacio de Versalles
Commerson Philibert 1727-1773
La Boudeuse de Bouganville llegando a Matavai en 1767.
Bougainville llegando a Tahití. Les Navigateurs français: histoire des navigations, découvertes et colonisations françaises , Léon Guérin, Belin-Leprieur et Morizot, 1846 
Tahitianos presentando frutas a Bougainville, artista desconocido (1768)
Poedooa, hija de Orea, rey de Ulaitea, Islas de la Sociedad, ca. 1783. John Webber
Danza en Otaheite, grabado basado en los dibujos de John Webber (1780), artista del tercer viaje de James Cook
Hábito de una mujer joven de Otaheite Dancing, c.1785 (grabado), John Webber
Hábito de una mujer joven de Otaheite, c.1785 (grabado), John WebberEl Capitán Wallis, a su llegada a O'Taheite, conversa con la reina Oberea, mientras sus asistentes realizan un baile favorito llamado timrodee. Fecha de publicación: 1770 - 1779

Samuel Wallis se refirió a Tahití como un lugar «romántico». Louis-Antoine de Bougainville, que ancló allí al año siguiente, la bautizó como «la Nouvelle Cythère»; mientras que su botánico Philibert Commerson ―que puso nombre a la buganvilla en su honor―, más directo, la describió como una «utopía sexual»; aunque los franceses solo disfrutaron los placeres que ofrecía la isla nueve días.

La crónica de Bougainville merece incluirse entre los pasajes más célebres de la literatura romántica: «A pesar de todas las precauciones que pudimos tomar, una jovencita subió a bordo y fue por encima del alcázar a colocarse junto a una escotilla de las que están por debajo del cabrestante, que estaba abierta para proporcionar aire a los que viraban. La doncella dejó caer el lienzo con que se cubría y apareció a los ojos de todos como Venus ante el pastor frigio: tenía su misma forma celestial. Marineros y soldados se atropellaban por llegar junto a la escotilla y nunca un cabrestante fue virado con tal actividad. Solo la disciplina naval evitó el motín de esos jóvenes hechizados; e incluso los oficiales tuvimos cierta dificultad para contenernos».

La visión de Banks semejaba más a la del paraíso perdido: «En la isla de Otaheite, donde el amor es la ocupación principal, el favorito, es más, casi el único lujo de los habitantes; tanto los cuerpos como las almas de las mujeres están modelados en la máxima perfección para esa suave ciencia de la ociosidad, el padre del amor reina aquí con una facilidad casi imperturbable, mientras que nosotros, los habitantes de un clima cambiante, estamos obligados a arar, sembrar, rastrillar, segar, triturar, moler, amasar y hornear nuestro pan de cada día».

Caricatura de Banks, publicada por M. Darly en 1772, después del viaje al Pacífico.
Acuarela de la reina Oberea, por Philip James de Loutherbourg, 1785
A la sombre de una palma, Pierre Sonnerat, realiza una ilustración de un perico, en Nueva Guinea (1776).

Casa y plantación de un jefe de Tahití. Sydney Parkinson (1769)

Muchacho de Tahití, tocando la flauta con la nariz, Sidney Parkinson (1769)
Este grabado del dibujo de Sydney Parkinson de un nativo tahitiano apareció en el libro de Parkinson de 1773, "A Journal of a Voyage to the South Seas, in His Majesty's Ship the Endeavour".
Vaitepiha Bay, Tahiti, por John Webber (1777). 
Una vista en Tahití con taro, ñame y un árbol del pan por Sydney Parkinson, 1769. La fruta del pan fue de particular interés para Joseph Banks, quien luego propuso que se usara como un cultivo alimenticio barato para alimentar a las personas esclavizadas en otras colonias tropicales. 
Una canoa de vela de Otaheite, por John Webber (1792)
Funeral con difunto bajo dosel, Tahití, Islas de la Sociedad, acuarela de John Webber (1777)
Cobertizo (Tupapow) donde depositan los muertos, doliente principal disfrazado y un hombre trepando al Árbol del Pan.
Varios instrumentos, y utensilios, de los Nativos de Otaheite, y de las islas adyacentes. Placa 13. Del libro: Un diario de un viaje a los mares del sur, en el barco de Su Majestad el Endeavour, 1773, Londres, por Sydney Parkinson
Vista de Karakakooa, en Owyhee, John Webber (c.1783-84). Aunque la descripción de Banks del surf en Haití es muy anterior, esta es la primera representación pictórica. En este lugar murió Cook, a manos de los hawaianos.

A finales de abril, Banks conoció a la reina Oborea. Desde entonces, además de recoger gran cantidad de especímenes vegetales y animales, y de comerciar con los nativos, pasó la mayor parte del tiempo disfrutando de la compañía de Oborea y, sobre todo, de su hermosa y joven sirvienta Otheothea, de quien dijo que tenía «fuego en sus ojos».

Sus buenas relaciones con los nativos permitieron a Banks observar sus costumbres y su cultura. Así, cuando una anciana de cierta importancia murió, escribió en su diario: «Fue colocada no lejos del fuerte para que se pudriera en la superficie, como es costumbre en la isla. Fui esta mañana a verla. En medio de un pequeño cuadrado, cuidadosamente enrejado con bambú, se colocó un toldo de canoa sobre dos postes, y debajo, el cuerpo cubierto con una tela fina».

Banks pronto se daría cuenta de que el concepto de propiedad era muy distinto para los tahitianos y que «si se apoderaban de cualquier cosa, esta pasaba a ser suya de inmediato». Dado que en la isla no había yacimientos de minerales, sus cuchillos de caza eran de madera, sus anzuelos de madreperla y sus cacerolas de arcilla. Para los tahitianos, el Endeavour era un tesoro de objetos metálicos (clavos, martillos, herramientas de carpintero, relojes e instrumentos científicos), y había que salvaguardarlos de la rapiña de unos y de la venta clandestina de otros.

Entre sus descubrimientos, Banks vio algo inesperado: «La visión inolvidable, lejos del lado desguarnecido de la bahía, de un grupo de tahitianos morenos cuyas cabezas subían y bajaban en medio de las gigantescas olas del Pacífico, de su azul oscuro». Al principio, pensó que se habían caído de sus canoas y que se estaban ahogando, pero luego entendió que se trataba de una diversión.

Vista en Matavai, Otaheite. John Webber, (1787)
Aimeho cerca de Otahiti, por Thomas Bent (1858). 
El barco en el centro es el HMS Iris, buque insignia de la flota que participó en la 1ª Guerra Taranaki.
Retrato del capitán James Cook, por John Webber (1782)
Buceadores nativos de las islas de Otaheite, Huahine y Oheiteroah, Sydney Parkinson (1769)
Habitantes de la isla de Otaheite (Tahití) Otaheitans, Jacques Kuyper (1802)
Una mujer y un niño, Otaheite, de Sydney Parkinson (1769)
Rey de Tahití, grabado en color a partir de un dibujo de L. F. Labrousse (1796)
Observatorio portátil utilizado por el Capitán Cook, con un reloj astronómico, grabado de Robert Benard (1778)
Bocetos del Tránsito de Venus de 1769 por el capitán James Cook y Charles Green, que muestran el efecto de "gota negra", un fenómeno óptico causado por la combinación del oscurecimiento extremo del disco solar cerca de su borde aparente y la imperfección intrínseca del aparato de visualización.

El día señalado, Cook decidió enviar un grupo hacia el este, liderado por el segundo teniente Zachary Hickes, y otro a Aimeho, «una isla a la vista de nosotros», que encabezó John Gore, el tercer teniente. De esta manera, en caso de mal tiempo, uno u otro podría tener más visibilidad que el observatorio del fuerte Venus. Los encargados de las mediciones eran Cook, Green y Solander. Banks acompañó la expedición a la isla de Aimeho.

Durante la noche, los hombres se turnaban cada media hora para observar el cielo y ver si estaba despejado o brumoso. Al amanecer todos se regocijaron al contemplar un sol claro y brillante. Cerca de las ocho de la mañana, vieron llegar dos barcas; se trataba del rey de la isla, llamado Taaroa, y de su hermana Nuna. Banks quiso explicarle al rey y parte de su séquito lo que estaban haciendo sus compañeros. Tras el primer contacto interno de Venus con el disco solar, se acercaron al observatorio y les mostraron el planeta sobre el sol.

Al atardecer, poco después de su regreso a su tienda, llegaron en una canoa tres «chicas guapas», que habían acompañado por la mañana al rey Taaroa. «Charlaron con nosotros muy libremente y con muy poca persuasión acordaron despedir a sus remeros y dormir en la tienda, una prueba de confianza que no había encontrado antes en una relación tan breve». Al día siguiente, se prepararon para partir, «a pesar de las súplicas de nuestras bellas compañeras para quedarnos». Al llegar al fuerte Venus, «tuvimos la gran satisfacción de saber que la observación había sido realizada con tanto éxito como el Sr. Green y el Capitán podían desear».

Sacerdote de una de las Islas Tahitianas (¿Tupaia?), Sydney Parkinson, 1769
Vista de Rai'atea, John Webber (1787)
Canoa de vela de Tahití, John Webber (1787)
Canoa de vela tahitiana, por Henry Byam Martin (1846)
Gráfico de Tupaia. Copia sobreviviente en pluma y tinta del mapa original de Tupaia, realizada por Cook.
Tupaia: músicos tahitianos (1769)
Tupaia (1769): dos canoas de guerra, cada una con plataformas de combate y guerreros luchando con garrotes, y una canoa de dos velas. Detrás, una casa comunal, árboles del pan, pandanus, plátanos, cocoteros y plantas de taro.
Tupaia: bailarina y doliente principal de Otaheite (1769)
"Maorí intercambiando un cangrejo de río", acuarela de Tupaia, Tolaga Bay (1769). El británico con levita negra es Joseph Banks que intercambia un pañuelo por el cangrejo de río con un maorí.
Tupaia: aborígenes australianos, pescando para comer (1770) 

Uno de los contactos de Banks más vitales fue Tupaia, uno de los “sacerdotes” o sabios tahitianos, quien le enseñó la lengua y muchas de las costumbres de la isla. De mediana edad, pertenecía a una familia principal de la isla de Rai’atea, de la que había escapado al ser invadida por el rey de Bora Bora.

Cuando llegó el momento de zarpar, Tupaia manifestó su deseo de acompañarlos en el HMS Endeavour. Al capitán Cook no le parecía bien contratarle en calidad de miembro oficial de la expedición y pensaba que, una vez en Inglaterra, ni el Almirantazgo ni la Corona estarían dispuestos a prestarle apoyo financiero. Banks resolvió hacerse responsable del bienestar de Tupaia y de su manutención, llevándolo en condición de invitado. Cook estuvo de acuerdo, y después encontró valiosa la ayuda de Tupaia como navegante y traductor en la expedición a los Mares del Sur.

Banks, en su diario, añadió un comentario revelador: “No sé por qué no iba a mantener yo a Tupaia en mi casa a modo de curiosidad, tal como hacen algunos de mis vecinos con tigres y leones, incurriendo en unos gastos mayores de los que él jamás me ha de ocasionar”. A pesar de su empatía y humanidad, a Banks le superaba a veces su mentalidad de coleccionista linneano, y no dejaba de ser un terrateniente europeo de excursión entre nativos.

Retrato de un jefe maorí en un grabado a color de Thomas Chambers publicado en 1784 basado en el realizado a tinta y agua por Sydney Parkinson en su estancia en Poverty Bay entre el 8 y 11 de octubre de 1769.
Otegoowgoow (Te Kuukuu), hijo de un jefe maorí de Bay of Islands, Nueva Zelanda. Acuarela por Sydney Parkinson (diciembre, 1769).
Retrato de Otegoowgoow (Te Kuukuu), maorí de Bay of Islands, Nueva Zelanda. Dibujo a tinta y agua por Sydney Parkinson (diciembre, 1769).
Cabezas de seis hombres nativos de Nueva Zelanda, adornadas según la moda de ese país. S. Parkinson (1770) 

Guerrero neozelandés ataviado y armado según sus costumbres. Grabado de Thomas Chambers de 1784, basado en un dibujo de Sydney Parkinson de 1769,
Canoa de guerra neozelandesa. Sus ocupantes lanzas un desafío a la tripulación del barco. Dibujo de Herman Diedrich Spöring, fechado en 1770. 
Canoa de guerra neozelandesa desafiando al barco. Aguatinta de Sydney Parkinson, realizado en Queen Charlotte Sound, Isla Sur, hacia abril de 1770.
Canoa de guerra neozelandesa. Sydney Parkinson, 1770.

Tres remos maoríes, dibujo de Sydney Parkinson. Probablemente fueron los remos que los maoríes entregaron como regalo en Poverty Bay el 11 de octubre de 1769.

Utensilios e instrumentos de Nueva Zelanda, Sydney Parkinson (1770)
Vista de una cima de la costa occidental de Nueva Zelanda, Parkinson 1770
Grabado de John Bayly del clásico mapa de Nueva Zelanda realizado por James Cook y su sobrino Isaac Smith, que muestra el recorrido del HMS Endeavour del 6 de octubre de 1769 al 1 de abril de 1770 alrededor de las dos grandes islas neozelandesas y publicado en el relato del viaje editado por John Hawkesworth en 1773.
Vista del Hippa sobre la isla de Motuaro en Bay of Islands, Nueva Zelanda", dibujo en titan y agua de Sydney Parkinson (diciembre, 1769).


Pōhutukawa, (Metrosideros excelsa), obtenida en la bahía Mercurio, Nueva Zelanda, 5-15 de noviembre de 1769. Grabado a color de Gabriel Smith a partir de un dibujo de Sydney Parkinson.
Whau, (Entelea arborescens), recolectada en la bahía de Anaura, Nueva Zelanda, 20-22 de octubre de 1769. Grabado a color de Gerard Sibelius a partir de dibujos y notas de Sydney Parkinson.

Kākābeak, (Clianthus puniceus), recogida en la bahía de Anaura, Nueva Zelanda, 20-22 de octubre de 1769. Grabado a color de Daniel Mackenzie a partir de boceto y acuarela de Sydney Parkinson.
Karaka (Corynocarpus laevigatus) obtenida en Poverty Bay, Nueva Zelanda, 8-11 de octubre de 1769. Grabado a color de Gabriel Smith, basado en un dibujo a lápiz de Sydney Parkinson.
Kōwhai, Sophora tetraptera, obtenida en Poverty Bay, Nueva Zelanda, 8-11 de octubre de 1769; quizás una de las primeras plantas recogidas allí. Grabado a color de Gerald Sibelius a partir de dibujos y notas de Sydney Parkinson.


Māhoe (Melicytus ramiflorus) obtenida en Queen Charlotte Sound, Nueva Zelanda, entre el 15 de enero y el 6 de febrero de 1770. Grabado a color de Gerard Sibelius a partir de una acuarela de Sydney Parkinson
Kahakaha (Astelia hastata) obtenida en Queen Charlotte Sound, Nueva Zelanda, entre el 15 de enero y el 6 de febrero de 1770. Grabado a color de Frederick Nodder a partir de una acuarela sin firmar de fecha desconocida basada, a su vez, en un dibujo a lápiz de Sydney Parkinson.
Dysoxylum espectacular, Tolaga Bay, Opoorage, Isla Motu aro, Nueva Zelanda, Sídney Parkinson (1770)
Nestegis apetala, isla motu aro, Nueva Zelanda, acuarela sobre papel, Sídney Parkinson (1770)
Plantago erecta; Totara nui, Nueva Zelanda, Acuarela, Sydney Parkinson 1770

Para #JosephBanks y su equipo de #naturalistas, ser los primeros europeos en explorar aquellas tierras fue una gran oportunidad que no desaprovecharon. Aunque solo pudieron estar en tierra 44 días de los casi 6 meses que el Endeavour estuvo en las costas neozelandesas, aprovecharon cada oportunidad que tuvieron para desembarcar y llevar a cabo su labor. Recolectaron más de 350 especímenes botánicos, la mayor parte géneros o especies desconocidas en occidente. Fueron obtenidos en ocho localizaciones diferentes, seis de la Isla Norte y dos de la Isla Sur.

El #herbario se completó con un gran número de dibujos, notas de color y acuarelas realizadas por Parkinson de las muestras recogidas. Desde la muerte de Buchan, Parkinson era el único dibujante de la expedición, por lo que su labor, aunque ayudado por Spöring, fue ímproba. De las ilustraciones realizadas en Nueva Zelanda, Banks seleccionaría posteriormente 182 de ellas para ser grabadas a color y destinadas a su proyectado #Florilegium. Las muestras recolectadas se prensaban y secaban en pliegos de papel. El papel utilizado provenía de las pruebas de imprenta de una edición de El paraíso perdido de Milton, que Banks y Solander llevaron desde Londres para este propósito.

Desembarco del teniente James Cook en Botany Bay, 29 de abril de 1770, por E Phillips Fox, 1902
Capitán Cook tomando posesión del continente australiano en nombre de la corona británica 1770, grabado por Samuel Calvert a partir de una pintura histórica de John Alexander Gilfillan, 1910 

HMS Endeavour frente a la costa de New Holland, Samuel Atkins, 1794

Grabado que representa el primer contacto con el capitán James Cook y su tripulación en las costas oriental de Australia, Andrew Garran, 1886.
Instrumentos y armas de caza aborígenes, por Port Jackson, 1790.
Foto de un escudo de corteza australiano de Botany Bay, Nueva Gales del Sur, Australia, antes de 1770 d. C.

Endeavour varado en su río homónimo para reparaciones después de encallar en la Gran Barrera de Coral en 1770. Grabado basado en un dibujo de Sydney Parkinson, 1786.
Escultura de James Cook en el lugar donde fue varado y reparado el HMS Endeavour, Stanley Hammond, 1988
Este canguro fue visto en Endeavour River el 23 de junio de 1770, Sydney Parkinson.
Cook y Banks admiran la flora y la fauna de Botany Bay, Australia

El 19 de abril de 1770, el HMS Endeavour avistó la costa sureste del continente australiano, convirtiéndose en los primeros europeos en hacerlo (los holandeses habían descubierto el lado oriental más de un siglo antes). Cook continuó hacia el norte, trazando y nombrando puntos de referencia. Diez días después, amarraron el buque en una ensenada extensa e intentaron desembarcar. Dos aborígenes les atacaron con lanzas, pensando que eran espíritus de los muertos. El grupo de Cook les arrojó abalorios y clavos, pero no les interesaron y continuaron hostigándoles. Cook disparó un tiro de advertencia, pero los aborígenes siguieron arrojando lanzas y piedras. No pudieron desembarcar hasta que uno de ellos quedó herido en una pierna y se retiraron. Cook llamó a la ensenada Botany Bay por los especímenes únicos descubiertos por Joseph Banks y su equipo.

El Endeavour encalló en la Gran Barrera de Coral el 11 de junio de 1770. El barco sufrió graves daños y tardaron siete semanas en reparar el casco. Lo hicieron en una playa de la desembocadura de un río (hoy, Endeavour). Durante ese tiempo, Joseph Banks y su equipo recogieron una colección importante de especímenes de la flora australiana. También encontraron un ejemplar de canguro gris, que los aborígenes llamaban «gangurru», y ellos incorporaron al inglés como Kangaroo.

Castillo de Batavia, visto desde West Kali Besar. ( Andries Beeckman , hacia 1656-58)
El patio del castillo de Johannes Rach en 1767.

Vista de Nieuwe Poort en Batavia, tomada del Atlas van der Hagen, Anna Goelet, 1682
El canal Tijgersgracht bordeado de cocoteros y de las casas de las familias más prominentes de la ciudad, mediados del siglo XVII, Atlas van der Hagen, 1682
Vista del patio interior del Castillo de Batavia. A la izquierda se muestra la residencia del director general, mientras que la residencia del gobernador general y las oficinas del 'gobierno' se muestran a la derecha. En el centro, al fondo, se vislumbra la capilla del castillo con sus pilares y escudos clásicos. Anna Goelet 1682
Tupaia
 
Alexander Buchan
Sydney Parkinson
William Brougham Monkhouse
Pintura de dos galgos, por Maud Earl, 1911. Homenaje a los dos galgos que llevó Banks al viaje y no sobrevivieron.

Con tres cuartas partes del viaje cubiertas, el HMS Endeavour solo habían perdido cinco hombres: El primero había sufrido un accidente con las cadenas del ancla en Madeira; a los dos sirvientes negros de Banks, una borrachera les impidió resguardarse de una tormenta de nieve en Tierra del Fuego; un marinero joven, saltó por la borda tras ser acusado de robar una pitillera de piel de foca del camarote del capitán; Alexander Buchan no resistió su segundo ataque epiléptico, el cuarto día de estar en Tahití. En cuanto a la prevención del escorbuto, Cook consiguió un logro inaudito en la navegación de larga distancia, al cumplir a rajatabla la ordenanza de la Royal Navy y persuadir a sus hombres que comieran frutas cítricas y chucrut.

Pero, al alcanzar el primer puerto europeizado, Batavia (Yakarta), sobrevino la catástrofe. Allí toda la tripulación se vio afectada por una combinación letal de malaria y disentería. Entre noviembre de 1770 y marzo de 1771, cuando llegaron al Cabo de Buena Esperanza, el Endeavour perdió a treinta y siete tripulantes. Hubo un momento en que Cook solo pudo contar con catorce marineros en cubierta. Entre los que fallecieron: Green, el astrónomo; Spöring, el secretario científico; Tupaia; Monkhouse, el cirujano; Thompson, el cocinero; Satterley, el carpintero; Molineux, el contramaestre; Hicks, el primer teniente; y el joven artista Sydney Parkinson. Solander habría perdido la vida de no ser por los cuidados de Banks; y el propio Banks padeció durante semanas disentería. Cuando Inglaterra estaba a la vista, la galga que había sobrevivido, Lady, se oyó aullar de noche y, a la mañana siguiente la encontraron muerta, vigilando la mesa donde escribía Banks.


Vista de Batavia en 1780, desconocido.
Ayuntamiento de Batavia, construido alrededor de 1710, ahora el Museo Histórico de Yakarta. Dibujo de Johannes Rach (1770)
El observatorio de Johan Maurits Mohr en Batavia. (Dibujo arquitectónico de J. Clement, 1768)
Masacre de Batavia, Jacobus van der Schley, 1740
Vista de Batavia como era antes bajo el nombre de Iacatra, entre 1675 y 1725. Anónimo
Dibujo de 1836 que representa a un esclavo. En el siglo XVIII, alrededor del 60% de la población de Batavia eran esclavos, en su mayoría de otros países asiáticos.
Esclavo balinés en Batavia en 1700 de Cornelis de Bruin Voyages de Corneille le Brun 1718
Cristiano japonés en Batavia por Andries Beeckman, 1656
El gobernador general Valckenier, Theodorus Justinus Rheen, 1737
Van Imhoff fue arrestado por insubordinación por ir en contra de Valckenier, y enviado a los Países Bajos, pero luego fue asignado nuevo gobernador general de las Indias Orientales Holandesas. Retrato de Jan Maurits Quinkhard, 1742

Treinta años antes de que llegara el HMS Endeavour, se produjeron en Batavia una serie de desórdenes que condujeron a la masacre de más de 10.000 personas de etnia china. Se cree que solo sobrevivieron entre 600 y 3.000. La industria azucarera de Batavia había decaído en la década de 1730 por la bajada de los precios del azúcar, con el consiguiente aumento del desempleo y malestar social en los suburbios chinos. En septiembre de 1740, ante el aumento de la crispación, el gobernador general Adriaan Valckenier declaró que cualquier levantamiento sería reprimido con dureza. El 7 de octubre, cientos de chinos, la mayoría trabajadores de los ingenios azucareros, mataron a 50 soldados holandeses, lo que llevó a las tropas de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales a confiscar las armas de la población china y decretar el toque de queda. Dos días después, los rumores de las atrocidades cometidas por los chinos provocaron que otros grupos étnicos (javaneses) quemaran las casas del barrio chino y que los holandeses les cañonearan. La violencia se extendió por toda Batavia y, aunque Valckenier declaró una amnistía el 11 de octubre, bandas de irregulares continuaron persiguiendo y matando chinos hasta el 22 de octubre, fecha que el gobernador pidió el cese de las hostilidades. Fuera de las murallas de la ciudad, continuaron los enfrentamientos. Después de varias semanas, las tropas holandesas asaltaron los bastiones chinos en los ingenios azucareros. Valckenier fue llamado a los Países Bajos y acusado de delitos relacionados con la masacre.

El Cabo de Buena Esperanza, c1731, Samuel Scott
Ciudad del Cabo, Sudáfrica, c. 1780
Castillo de Buena Esperanza en Ciudad del Cabo alrededor de 1770. Anónimo.
 Isla de St. Elena, perteneciente a la Compañía Británica de las Indias Orientales, grabado de Thornton, 1790
Estatua de bronce de "Young Nick" en Waikanae Beach, Gisborne, Nueva Zelanda, Frank Szirmay, 1969
Castillo de Deal, Kent, William Daniell, 1823
HMS Resolution y Discovery en Tahití, John Cleveley el Joven, c. 1790
Kaʻawaloa en 1779 por John Webber, artista a bordo del barco de Cook.
Muerte del Capitán Cook por el testigo presencial John Webber, 1784
La daga supuestamente utilizada para matar a Cook, de origen español, bien por intercambio con el propio Cook o con los españoles.

El 13 de marzo de 1771, el HMS Endeavour dobló el cabo de Buena Esperanza y llegó al puerto de Ciudad del Cabo dos días después. Desembarcaron a los que todavía estaban enfermos para recibir tratamiento. El barco permaneció en el puerto cuatro semanas, en espera de la recuperación de sus tripulantes y para acometer unas reparaciones menores en los mástiles. El 15 de abril, después de subir a bordo a los enfermos junto a diez marineros reclutados en la ciudad, el Endeavour reanudó su viaje de regreso, haciendo escala en Santa Elena.

El 10 de julio de 1771, Nicholas Young, el adolescente que había visto Nueva Zelanda por primera vez, avistó las costas de Inglaterra; dos días después, el Endeavour ancló en los Downs y Cook desembarcó en Deal, Kent. Su regreso fue inesperado, ya que los periódicos y revistas habían especulado desde hace mucho tiempo sobre el temor de que el Endeavour hubiera naufragado o fuera destruido por los franceses.

Un mes después de su regreso, Cook fue ascendido a comandante, y en noviembre de 1771 recibió las Órdenes del Almirantazgo para una segunda expedición, esta vez a bordo del HMS Resolution. Durante su tercer viaje, también en el Resolution, Cook perdió la vida al intentar secuestrar al jefe gobernante de Hawái en la bahía de Kealakekua el 14 de febrero de 1779, en un intento de recuperar una canoa robada.

Si bien Cook fue agasajado por su exitoso viaje, su barco, el Endeavour, tuvo un destino menos glorioso. Una semana después de su regreso a Inglaterra, se envió a los astilleros de Woolwich para reacondicionarse como transporte naval y volver a recordar sus tiempos de carbonero.


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